Comenzar una relación de pareja es algo que todos o casi todos hemos podido vivir en alguna ocasión a lo largo de nuestra vida. Si recordamos esos primeros momentos seguro que se dibuja en nuestro rostro una sonrisa melancólica… y es que, a decir verdad, los comienzos en el amor son hermosos y entrañables.
Comenzar una relación es algo bonito y fácil. Mantenerla, sin embargo, es algo que requiere una mayor dedicación por ambas partes, ya que las relaciones no se construyen por un solo lado, ha de ser de forma bidireccional.
Las relaciones de pareja pueden pasar por varias crisis a lo largo de su existencia, muchas de ellas se pueden considerar crisis “normales” dentro de un contexto de desarrollo; las parejas pasan por diferentes etapas en su ciclo vital, tales como; la llegada del primer hijo, momento de emancipación de los hijos, etapa de jubilación, etc…
Otras crisis estarían más relacionadas con un descuido o desgaste en la relación. La convivencia es una etapa maravillosa pero que puede brindar ciertos conflictos en la pareja. No cuidar a la pareja, falta de comunicación, ausencia de planes conjuntos, poca vida social, infidelidades, etc… Todas estas situaciones pueden ser graves factores de riesgo para el mantenimiento de una relación estable.
Tras las vacaciones, es muy habitual que muchas parejas vuelvan con una crisis en su relación o más aún, con la decisión firme de una separación. ¿Qué ha podido ocurrir?
Que una pareja se vaya de vacaciones puede parecer un plan perfecto, siempre y cuando esa pareja esté bien. Pero si hablamos de dos personas que tienen dificultades en su relación, pasar mucho tiempo juntos puede convertirse en una experiencia estresante más que en un viaje o situación idílica.
Estas crisis y conflictos pueden llegar a ser buenos siempre y cuando puedan afrontarse de una forma constructiva y aprender de ello para modificar posibles patrones de comportamiento que puedan ser negativos para el bienestar y fortalecimiento de la pareja.
Por todos estos motivos os presento una serie de tips que puedan ayudar a resolver los diferentes conflictos que puedan aparecer tanto en la rutina de una pareja como en aquellas situaciones extras como pueden ser unas vacaciones:
1.- Un viaje en pareja requiere pasar mucho tiempo juntos. Una buena planificación de las vacaciones donde haya acuerdo en los diferentes planes, puede evitar malos entendidos y situaciones incómodas.
2.- Es muy común que a veces no haya acuerdos sobre los planes a realizar o los lugares a los que ir, en estos casos ceder siempre puede ser una oportunidad para crecer en pareja.
3.- Ante cualquier desacuerdo o discusión lo más indicado y aconsejable es hablar sobre lo sucedido y evitar los silencios. La comunicación siempre es un buen medio para liberar tensión y evitar malos entendidos que puedan desenfocar la realidad.
4.- Hacer preguntas al compañera/compañero sobre cómo se encuentra, si está disfrutando, qué le gustaría hacer hoy, etc. Es una bonita forma de cuidar a la pareja.
Como ya indicábamos más arriba, la pareja la forman dos personas y todos estos consejos deben ser seguidos por ambas partes. No sirve de nada si todo el esfuerzo lo hace solo una parte.
Si tu relación de pareja está teniendo problemas, de los cuales ambas partes sois conscientes pero no sabéis como darle solución, en nuestro centro Personal&Mente, nuestros expertos en terapia de pareja os ayudan a poner fin a vuestras diferencias de la forma más óptima. Si es tu caso, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!