Entrevista con Charo Lobato, licenciada en Psicología y Psicopedagogía por la Universidad de Granada, especializada en terapia familiar y de pareja por la Universidad Autónoma de Barcelona, ademas es miembro de la AATFASH (Asociación Andaluza de Terapia Familiar y Sistemas Humanos) y miembro de la FEATF (Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar). Colegiada por el Ilustre Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, dirige desde hace más de diez años Personal&Mente, un Centro de Psicología y Psicoterapia dirigido a familias, parejas, adultos, adolescentes y niños.
¿Cuándo hay que acudir a una terapia de pareja?
Acudir a una terapia de pareja de manos de psicólogos especializados, es siempre una muy buena opción para solucionar posibles conflictos que puedan aparecer en el día a día de la relación y/o convivencia.
Realmente uno puede acudir siempre a una terapia ya que es un proceso enriquecedor donde se aprende muchos aspectos sobre uno mismo que ayudan a crecer y a sentirse mejor física y emocionalmente. Por tanto, una pareja puede acudir cuando quiera; es decir, puede consultar a un especialista en los inicios para pedir información y orientación sobre como poder construir una relación sólida y bonita o acudir cuando estén sufriendo una crisis.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes que presentan estas parejas cuando acuden a su consulta?
Los motivos de consulta suelen ser variados; problemas con la familia de origen de uno de los miembros de la pareja, celos, falta de comunicación o comunicación inadecuada, confianza, etc.
¿Ha aumentado el número de parejas que solicita estos servicios? Si es así, ¿a qué se debe?
Actualmente existe mayor conciencia de buscar ayuda profesional en casos de problemas de pareja que en décadas anteriores. La conocida frase “los trapos sucios se lavan en casa” ha perdido fuerza en los últimos diez años y esto es algo fantástico para la salud de una pareja porque, en la mayoría de las ocasiones, si no se busca ayuda profesional a tiempo, los problemas de pareja pasan a ser más graves, en el sentido de que pasarían a ser problemas de familia, con todo lo que esto conlleva (síntomas en alguno de los hijos).
Los hijos sufren si ven a sus padres sufrir.
¿Cuál es la época del año en la que más separaciones o rupturas se producen?
Puede ser cualquier mes del año aunque tras las vacaciones de navidad y las vacaciones de verano el número de casos aumenta considerablemente.
Esto ocurre porque son épocas donde hay un cambio de rutinas y ambos miembros de la pareja pasan más tiempo juntos y también en contacto con otros familiares.
¿Tienen que colaborar los dos miembros de la pareja? ¿Cómo se actúa si un miembro de la pareja no colabora? ¿Las mujeres suelen ser más colaboradoras y los hombres más reticentes?
La terapia de pareja debe su nombre a que el trabajo terapéutico tiene que ser con la pareja y para la pareja, de otra forma no tendría ningún sentido.
Normalmente siempre es uno de los miembros el que llama para pedir cita o el que muestra más interés por solucionar las cosas, bien porque es al que más le preocupa la situación o bien porque es el que tiene más facilidad para captar la situación de crisis.
No existen datos que confirmen que las mujeres sean más colaboradoras que los hombres. No es una cuestión de género sino más bien una cuestión de interés por solucionar problemas.
¿Cómo se desarrollan sus sesiones?
Existen unas dos o tres sesiones de evaluación inicial donde acuden los dos miembros de la pareja y después, una vez evaluada la situación y definido el tipo de tratamiento a seguir, las sesiones se combinan en sesiones de pareja y sesiones individuales donde cada miembro viene individualmente.
El número total de sesiones, siempre aproximadamente, abarca las 20 sesiones. La frecuencia suele oscilar entre semanal y posteriormente cada quince días.
¿Se está haciendo más popular la terapia de pareja en España?
La terapia familiar y la terapia de pareja desde una perspectiva sistémica y como objeto de estudio desde el ámbito social y clínico no es algo nuevo. Sus orígenes los podemos encontrar a finales de la década de los 40 y principios de loa años 50 en EE.UU y posteriormente en Europa siendo España uno de los países que más se ha resistido a normalizar este tipo de tratamientos.
Afortunadamente, en la última década existe una tendencia mayor por parte de las familias de solicitar ayuda profesional a terapeutas familiares y de pareja para poder resolver sus dudas y conflictos.
Mantener esta actitud proactiva es crucial, de otra manera, es decir, no abordar los problemas o esperar que se solucionen con el tiempo es una medida pésima a través de la cual, sólo conseguiremos agravar la situación.
Mi recomendación: Acudir cuánto antes como un modo de cuidar y fortalecer la pareja.