Y tú, ¿qué harás este verano?
Los meses de verano para muchas personas suelen ir acompañados de algunos periodos de vacaciones y/o descanso o por el contrario, están los que trabajan o continúan con su rutina habitual, bien porque ya han finalizado sus vacaciones o bien porque las disfrutarán en otras fechas.
Hagas lo que hagas, este periodo de tiempo donde los días son más largos y las temperaturas, más cálidas, invitan a realizar multitud de planes; disfrutar de la playa, salir al campo, cenar con amigos y familia a las terrazas, viajar al extranjero, etc…
Además de todas estas actividades, desde un punto de vista psicológico, el verano puede ser un periodo para hacer cosas que te hagan sentir mejor, o mejorar hábitos.
Sigas nuestras recomendaciones o no, cualquier época del año es buena para quererse, mimarse, apostar por la salud mental y física, etc. Actitudes hacia uno mismo y hacia los demás que fortalezcan la autoestima y la satisfacción personal así como nuestras relaciones importantes.
- No esperes a septiembre o a enero para proponer nuevos objetivos y metas. No pospongas. Es importante que sepas que no hay excusas ni épocas del año que puedan impedir la materialización de un cambio en algún área de tu vida. Así que puedes utilizar el verano para disfrutar y aventurarte en ese proceso de cambio, sea cual sea.
- Las vacaciones de verano suelen ser días o semanas donde se convive más con la pareja o la familia y por ello pueden surgir roces. Las vacaciones pueden mejorar o empeorar las relaciones. Es muy importante el buen manejo de estos conflictos.
- Si te quedas en casa, aprovecha estas vacaciones para poner al día aquellas cosas de casa que tenías pendiente para hacer/arreglar y que, durante el invierno, has ido dejando aparcadas.
- Lecturas de verano. Leer siempre es un ejercicio para la mente y para el cuerpo. Siempre es un disfrute perderse en historias. . Si tienes hijos es un buen hábito que trasmitir a los peques de la casa.
- Las altas temperaturas invitan a comer más fruta y beber más agua. Puede ser una buena ocasión para depurar el organismo. No te maltrates mucho, cuídate!
- Descansa todo lo que puedas.
- Da largos paseos por la playa o por el bosque. Es importante el contacto con la naturaleza.
- Descansa de teléfonos móviles y demás dispositivos móviles.
- Que tus mejores redes sociales no estén en el móvil, sino cerca de ti. Abrázalos, hablad mucho y reíros juntos.
- Haz una parada de todos los meses de trabajo. Haz un balance de tu área profesional o académica y cuestiónate; ¿Cómo te ha ido? ¿Crees que podrías hacer algo diferente? ¿En qué aspectos podrías mejorar?
- Si en invierno no has podido por rutinas de trabajo, familia, etc. Reúnete con tus amigos, provoca esos encuentros con amigos que durante meses no ves. Los momentos vividos en compañía de amigos siempre son mágicos y terapéuticos.
Éstas son solo algunas recomendaciones que pueden ayudarte a construir una rutina enriquecedora. La clave estaría en preguntarte, ¿Qué te gustaría recordar de este verano? ¿Qué no te gustaría que se te olvidara hacer?
No te olvides de lo más importante… Os regalo una consigna de oro: Vivir y compartir. Vive y comparte momentos con las personas que más quieres. La felicidad consiste en construir momentos bonitos con personas queridas.