El amor romántico es algo deseado por todos. El hecho de enamorarse y ser correspondido forma parte de un proyecto de vida que muchos deseamos.
Lo cierto es que es maravilloso y los inicios de una relación están llenos de mariposas y momentos ilusionantes. Pero debéis saber que una relación de pareja pasa por varias fases y que cuando llegamos a la llamada “fase meseta” (llamada así por la estabilidad y rutina) puede que aparezcan crisis de pareja; la propia rutina o algunas circunstancias externas pueden poner en peligro una relación.
En estos momentos de pandemia donde la convivencia se hace más intensa, las discusiones, el aburrimiento y/o otras situaciones pueden originar una crisis y poner a prueba muchos de nuestros recursos. Aquí os dejo algunos consejos que pueden servir de ayuda para afrontar todas estas situaciones de la forma más constructiva y positiva posible:
1.- El aburrimiento es un gran enemigo; Viajar, salir a cenar, etc… eran recursos muy recomendables para salir de la rutina cuando no había pandemia; tanto si estás en pareja como si no, echarás de menos todos estos planes y tendrás que reinventar y sacar toda tu creatividad en el hogar. Hay muchas formas de no caer en el hastío; Probad a cocinar juntos, juegos de mesa, etc… En definitiva, realizar algo nuevo que convierta el hogar en un espacio divertido donde disfrutar en pareja.
2.- ¡Cuidado con las discusiones! Los conflictos de pareja es algo habitual y saludable siempre y cuando sirva para solucionarlos y generar una mayor armonía entre ambos. Sin embargo, lo más habitual en una discusión es querer “llevar la razón” y no ceder ante el otro. A veces pensamos en quién gana o quién pierde sin tener en cuenta que la pareja debe ser un equipo y quien puede verse afectada es la relación.
Os propongo un truco que salvará muchas situaciones de malestar; No es fácil cambiar nuestra dinámica de relación. Este nuevo enfoque conseguirá gestionar determinadas situaciones de una forma más satisfactoria. El primero en darse cuenta de que existe tensión y malestar entre ambos que coja la mano del compañero/a. El primer en darse cuenta durante una discusión que la tensión va creciendo, que pare y pida disculpas.
3.- El amor es generoso. El amor es dar y hacer que la persona amada se encuentre bien. Muchas veces ocurre que exigimos mucho a la pareja y olvidamos que ella o él también necesitan gestos y detalles por nuestra parte. ¡Las relaciones son bidireccionales!
Una terapia de pareja se convierte en un proceso de aprendizaje y bienestar para ambos. No dudes en pedir cita si queréis mejorar o fortalecer vuestra relación. ¡Recuerda que es mucho mejor prevenir!