Se empieza a considerar el sexting (mandar contenido erótico a través de los teléfonos móviles) como una nueva forma de seducir desde la distancia. Pero estas nuevas técnicas de comunicación y flirteo conllevan consecuencias muy desagradables e incluso devastadoras, sobre todo de cara a la población que más uso hace de ella, los preadolescentes y adolescentes.